Los sinsentidos del gobierno en materia de precios de la carne generan la sospecha de mala intención o ignorancia. Parte de esos motivos se reflejan en las ideas de un plan ganadero que inicia con un daño real e inútil a los productores.
Los sinsentidos del gobierno en materia de precios de la carne generan la sospecha de mala intención o ignorancia. Parte de esos motivos se reflejan en las ideas de un plan ganadero que inicia con un daño real e inútil a los productores.