La falta de lluvias pone en riesgo la siembra de trigo de 500.000 hectáreas en la zona núcleo. Las bolsas privadas coincidieron en que la ausencia de precipitaciones en corto y mediano plazo puede recortar las proyecciones de superficie implantada del cereal. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el año pasado se apuntaba a un trigo de 5.000 a 5.500 kilos por hectárea. Para la nueva campaña, las expectativas bajaron al rango de 3.500 a 4.500 kilos por hectárea. “Esta diferencia le estaría restando hasta 1,8 millones de toneladas de potencial por menores rindes trigueros a la región”.