Las condiciones secas podría terminar de agudizar la actual escasez de hacienda, condicionando a su vez la recuperación de la oferta hacia el mediano y largo plazo. En el corto plazo, ya se están realizando destetes anticipados para aliviar a las vacas en lactancia, pero también, se está dando salida a muchos vientres sin posibilidad de subsistencia en un contexto como el actual. Esto no solo redundará en la obtención de terneros más livianos, sino que, de generalizarse, podría determinar una zafra menos concentrada en los meses pico”. Lo que sí podría verse afectada es la condición de esos destetes, lo que redundará en un mayor esfuerzo para sostener los ya bajos pesos de faena También es probable ver una mayor salida de novillitos y vaquillonas destinadas a consumo. Ante el encarecimiento del grano. Sin dudas se reflejará en una menor terminación de la hacienda. Hacia el largo plazo, ya pensando en las zafras de terneros de 2023 e incluso de 2024, es donde vemos una importante restricción en el nivel de oferta. Los servicios que aun hoy se están dando en muchas zonas ganaderas, sin dudas se verán afectados por este contexto climático.
